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Cristobal Dupouy
Ya que El Mercurio sacó el reportaje de linea, copio y pego...
domingo 11 de febrero de 2007
Cristóbal Dupouy
Moscú de Bolsillo
Tokio, Ginebra, Canberra, París y Moscú han sido temporalmente el hogar de Cristóbal Dupouy. ¿Cuál ha calado más hondo en su vida? Todavía no lo tiene claro, pero sí sabe que después de tres años y medio en la capital rusa conoce de memoria varios de sus rincones. Y que probablemente volverá para quedarse.
Texto: M. Soledad Holley. Retrato: Carla Pinilla
Cristóbal Dupouy trabaja para la OEA en Washington y está de paso en Chile. En realidad, aunque su pasaporte dice que es chileno, siempre ha estado de paso por Chile. Desde que nació en Tokio, hace 31 años, Cristóbal Dupouy no ha dejado de moverse por el mundo. Hijo de diplomáticos, sólo conoció Chile a los cinco años sin hablar una gota de español. Luego vinieron Suiza, donde aprendió el perfecto francés que habla hoy - y que se le escapa cada vez que no encuentra la palabra correcta en castellano- y Australia. Volvió otra vez a Chile para entrar a la universidad, pero no se "halló" en ingeniería comercial ni en Santiago, así que partió tras sus padres, que para esa época estaban en París.
Finalmente hizo toda su carrera universitaria en París. Primero estudió historia en la Sorbona, luego hizo un máster en relaciones internacionales y después un doctorado, cuya tesis fue sobre las relaciones de la Unión Soviética con América Latina en los años 60.
Fue la propia Sorbona la que le recomendó continuar su doctorado en Moscú, y Cristóbal no lo pensó dos veces. "Era la primera vez que los archivos de la URSS estaban abiertos para estudiarlos", comenta mientras bebe el último sorbo de su café y enciende un cigarrillo en la tarde calurosa de Santiago. En poco tiempo estuvo instalado en Moscú. Aprendió ruso y se movió como un moscovita más, al punto que, después de tres años y medio viviendo ahí, 10 grados bajo cero se transformaron en "frío relativo", porque "menos 30 grados, eso sí que es frío espantoso".
- ¿Cuál fue tu primera impresión cuando llegaste a Moscú?
- Era todo inmenso: las avenidas con seis vías para la derecha y seis vías para la izquierda, los edificios con unas columnas gigantescas, y entre un edificio y otro había más de 150 metros. Todo grandioso, en especial el metro, que se construyó en los años 30, y las famosas siete torres que hizo levantar Stalin como competencia a los rascacielos de Estados Unidos y que fueron decoradas con mucho bronce, mármol y granito.
- ¿Cuál recomiendas visitar?
- La torre de la Universidad de Moscú, que está sobre una colina desde donde se puede apreciar toda la ciudad. También recomiendo una donde vivieron los jerarcas comunistas y los intelectuales, donde hay un cine y un centro comercial con estatuas enormes de simbología soviética.
- Moscú es una de las ciudades más caras del mundo. ¿Cómo se vive con presupuesto de estudiante?
- Hay que ir al mercado con menos 30 grados, alimentarte sólo de papas y las frutas de la temporada.
- ¿Y cómo era tu casa?
- De estilo comunista, sin ningún tipo de confort.
- ¿Cero confort significa sin calefacción?
- Por supuesto que tenía calefacción, subvencionada por el estado, tal como el agua caliente, la electricidad y el teléfono, que es gratis para las llamadas intramuros. Además, mi departamento tenía una cocina grande, porque la vida social en Rusia es en la cocina, y una gran sala donde estaba mi cama, un escritorio, un clóset y un piano.
- ¿Un piano?
- Sí, es muy común.
- Los rusos tienen fama de pesados.
- Son bruscos, pero no pesados. Una vez que rompes el hielo, los rusos son una maravilla.
- ¿Cómo abordas a la gente de la calle?
- En la calle es difícil, porque casi nadie habla otra cosa que no sea ruso. Con los jóvenes el trato es más fácil. Puedes ir al parque que hay junto a la universidad, donde en primavera y verano se juntan a tocar guitarra, se llevan un picnic y toman algo. Ellos, de hecho, se interesan mucho en tener amigos extranjeros. Uno es como la cosa rara.
- ¿Pasa lo mismo con las rusas?
- Ellas se acercan a ti porque están muy interesadas en lo que quieres decir. Y te miran siempre a los ojos. Y cuando tienes a una de estas mujeres hermosas mirándote a los ojos se presta para confusiones. No falta el pícaro que cree que la mujer quiere acostarse con uno, pero la mayoría de las veces no es así.
- ¿Son efectivamente preciosas?
- Son divinas, unas muñecas siempre arregladas y elegantes. Y no sólo las rubias y altas. No te olvides que esto fue un imperio y hay descendientes de alemanes, rusas eslavas, otras que vienen de Mongolia. Hasta negras.
- ¿Dónde carretean los moscovitas?
- En los alrededores de la Lubianka, que es la ex KGB. Ese barrio, donde antes sólo había departamentos, se ha desarrollado un montón, con varios restoranes y bares.
- ¿Se come bien en Moscú?
- La comida rusa no tiene ninguna gracia. Lo único rescatable son los blinis con caviar o salmón, pero está bien para un día y sale carísimo.
- ¿Qué hay de los bares y discotecas?
- Hay muchos clubes privados, a los que acceden los socios, los que tienen un billete inmenso y los extranjeros, porque los rusos todavía creen que son multimillonarios. Yo prefiero los bares, que también son discotecas.
- ¿Y las compras?
- Tienes el Kutuzovsky Prospect, que es la avenida de las grandes tiendas. También están las vidrieras de los almacenes GUM, frente a la Plaza Roja. Es una galería construida a fines del siglo 19, majestuosa, y hace poco fue refaccionada con mucho lujo.
- ¿Y en plan barato?
- Para encontrar las carteras Louis Vuitton y los Rolex que parecen verdaderos, tienes que ir al mercado Sportivnaya. Ahí encuentras ropa, zapatos, carteras, todo lo que se te ocurra en marcas exclusivas, pero falsificado.
- ¿Qué hay de las antigüedades?
- Debes ir al mercado Izmailovskaya. Ahí compras las matrioshkas, las cajas rusas hechas de papel maché y lacadas, chales. También encuentras íconos originales de antes del siglo 17. El problema es que no los vas a poder sacar de Rusia, porque del país no puede salir ningún producto que tenga más de 50 años.
- ¿Se siente el renacer espiritual de Rusia?
- Las iglesias están repletas y se están refaccionando. Son hermosas y adentro son puras obras de arte. Recomiendo asistir al culto, que tiene unos cantos a cappella para erizar los pelos. Esto se ve también en los monasterios. El más conocido es el de Novodevichy, con su cementerio y las tumbas de varios nobles y famosos rusos. También puedes visitar el monasterio de Danilovsky, que es donde vive el Papa ortodoxo, Alexei II.
- ¿Alguna recomendación para visitar las iglesias?
- Las mujeres deben llevar paños para cubrirse la cabeza y, si hace calor, no pueden ir con minifalda, shorts o ropa apretada.
- El metro tiene 160 estaciones, y todas son una obra de arte. ¿Cuáles no puedo perderme?
- Recomiendo tomar la línea circular, llamada Kalzo, que fue la primera de todas, e ir parando en cada una de sus estaciones. La que más me gusta es la Plaza de la Revolución, con unas estatuas de bronce que muestran marinos, obreros, campesinos, estudiantes. Es una verdadera clase de historia. Kievskaya es muy fina, iluminada con cristales, con muros recubiertos de mármol y granito, y murales de mosaico dedicados a la agricultura.
- ¿Tienes algún tip para no perderse en el metro?
- La líneas están identificadas con colores, nombres y números. Hay una guía del metro que está escrita en cirílico y en alfabeto latino. Otra cosa importante es que cuando hay una intersección de una línea con otra, son dos estaciones distintas, y eso me demoré como dos meses en comprenderlo.
- La Plaza Roja es lo más conocido. ¿En qué detalles me debo fijar que no sean muy evidentes?
- La torre Nikolaskaya, que es la entrada oficial al Kremlin, tiene un reloj precioso que suena cada hora como el Big Ben. Arriba de la torre, hay unas estrellas rojas, hechas completamente de rubí, que se ven fabulosas al atardecer. Al interior del Kremlin hay una iglesia hermosa que se puede visitar, y están las joyas reales, que mucha gente se las salta porque no sabe que están ahí.
- ¿Qué hay del mausoleo de Lenin?
- Los sábados por la mañana se cierra la Plaza Roja, precisamente para facilitar el acceso al mausoleo. Imagínate, esa tremenda explanada sin nadie caminando. Adentro del mausoleo no puedes sacar fotos ni detenerte ni hablar. Es un recogimiento enorme.
- ¿Alguna otra recomendación antes de visitar Moscú?
- Hay que leer un poco de Rusia y su historia para comprender mejor. Debes elegir lo que quieres hacer, porque Moscú es demasiado grande y no vas a poder hacer todo. Y contrata un guía con auto para los primeros días.
M. Soledad Holley.